Tomás Saéz Retamar, conocido artísticamente como Tomás Saéz, es un actor español que no solo ha intervenido en serie de televisión, sino que además ha participado en el cine y en grandes obras teatrales. El actor reconoce que la crisis y la piratería afectan en gran medida a la cultura española, pero está convencido de que esto es algo transitorio.
¿Quiso siempre dedicarse al mundo del teatro y la televisión o antes de ser actor tenía otras expectativas de futuro profesional?
No te voy a decir que me alegra que me hagas esta pregunta porque es una pregunta disfrazada. Siempre he tenido inquietudes de interpretar. Decía una gran escritora que siempre que haya un niño que quiera ser otro, habrá un actor, y siempre que haya otro que lo quiera escuchar, habrá teatro.
Así que efectivamente, desde que jugaba a los vaqueros y a los indios yo tenía muy claro que quería ser actor.
Al entrar en la única asociación católica de teatro de mi barrio, mi interés era precisamente por la escena. La escena a la que había que circunscribirse, que en aquella época recibía el nombre de Galería Salesiana, es decir, obras de teatro que no estaban dentro del índice de la Iglesia.
Cuando un amigo me propone ser profesional con 18 años, no me lo pensé dos veces, aunque mis padres querían que estudiase derecho, que de hecho estudié, pero me llamó eso de ganar dinero con lo que realmente me gusta hacer.
¿Ha tenido algún referente, alguien a quien usted admira que le haya servido de modelo?
Muchos. Por ejemplo Carlos Lemos, Pepe Sacristán, recientemente fallecidos Juan Luis Galiardo. Fernando Fernán Gómez, con el que he tenido el honor y placer de trabajar alguna vez.
En este oficio, uno puede y debe aprender del compañero de al lado, aunque sea cómo no se deben hacer las cosas. Si pierdes la capacidad de sorpresa, yo creo, básicamente, que has perdido la vida pero desde luego en este oficio, no tienes nada que hacer
¿Hay algún papel o personaje que usted haya querido interpretar y que no haya podido por falta de oportunidades?
Sin duda. El Cyrano de Bergerac, dada mi edad actual, 57 años, es el personaje pintiparado. Es el gran personaje para un actor maduro.
Todos sabemos que usted ha intervenido en series, películas y obras de teatro. De todas esas ¿cuál es la que más gratificaciones le ofrece? ¿Qué le gusta más?
Cada medio es diferente y necesita un modo de interpretación diferente. El teatro es un gran plano general, es decir, el personaje tiene que potenciar un poco más los actos y levantar un poco más la voz para que le escuchen, mientras que el cine, al tener un primerísimo plano, no necesita ni tanto gesto ni tanta voz. La televisión podría ser un híbrido entre los dos. En general, me gusta todo.
¿Se decanta más por el género dramático o por la comedia?
Hacer comedia es sin duda lo más difícil y más en tiempos de crisis. Conseguir una sonrisa es muy complicado a la vez que gratificante. Me gustan ambos géneros, pero, sin duda, lo más gratificante para un actor es escuchar la risa del público, sobre todo en estos tiempos de crisis que atraviesa nuestro país.
De todos los papeles que ha interpretado ¿Conserva algún recuerdo especial?
De todos y cada uno de ellos. Porque todos se han llevado un poquito de mi pero, también me han dejado algo.
¿Nos podría contar alguna anécdota que le haya sucedido a lo largo de su trayectoria profesional?
No, pero explico porqué. Porque en toda anécdota, sobretodo si es jocosa, no interviene una sola persona, sino que intervienen varias y no quisiera nombrar a nadie que no quisiera ser nombrado.
¿Cree usted que todo el mundo vale para ser actor o hay que tener una serie de valores y características específicas para ello?
Hay gente creyente que considera que el arte lo da Dios. Pero esto es un oficio y el arte se aprende. Hay que tener algunas características, pero muy elementales. Decía Spencer Treiser que con recitar bien el texto y no tropezar con los muebles, uno ya es buen actor.
Debida a la mala situación que atraviesa nuestro país actualmente. ¿Es complicado acceder al mundo de la interpretación?
Es cierto que en la actualidad, poder desempeñar cualquier trabajo es muy complicado. Y lo mismo ocurre en el mundo de la interpretación. El IVA del cine y del teatro es muy elevado, la gente no se gasta el dinero en ellos y esto, repercute en la plantilla de actores. Otro factor que hay que destacar aquí es la piratería que también destruye la cultura.
Actualmente la gente consume menos cultura debido principalmente a la falta de recursos económicos. ¿Cómo afecta esto a los actores?
No creo que haya menos ganas de consumir cultura, pero claro, si han subido el IVA al 21% y cuesta mucho más el IVA del teatro y del cine que el de los toros o el fútbol, es normal. Lo puedo considerar una agresión por parte de este gobierno. No se entiende porqué España tiene el IVA cultural más caro de toda Europa. Por ejemplo, esta semana, ver una película en el cine no costaba más de tres euros y las salas se llenaron, ahí se demuestra que la gente no va al cine o al teatro debido a los desorbitados precios.
¿Tiene algún proyecto de futuro pendiente?
Si, pero no se lo puedo contar porque decimos que se gafan. Le puedo decir lo más inmediato, que ya está firmado.
Gracias Tomás.
Periodismo XXI 